Cogíamos un autocar para ir del
centro al Motor Show. Una vez ahí desde fuera se ve un grupo de pabellones bastante
grandes y se escucha ruido de los espectáculos que hacen al interior.
Una vez dentro nos fijamos en los
coches que hay. Es cierto que hay más cantidad que el Salón del automóvil de Barcelona,
pero me esperaba que hubiera más variedad y alguna presentación de algún modelo
nuevo como si pasaba en ediciones anteriores. Ya me confirmaron, después de
preguntar, que en los últimos 4 años ha bajado mucho el listón del Motor Show.
Aun así, había marcas de coches normales,
aunque faltaban bastantes, mezcladas con marcas de lujo como Ferrari, Pagani,
Lamborghini, Aston Martin, McLaren o mi amada Tesla.
No se olvidaban de los clásicos, había
variedad en este ámbito con un conjunto de coches americanos imponentes.
Por lo que hace los espectáculos,
no me convencieron. Si, había Formulas 1 antiguos, pero no hacían nada más que
dar alguna vuelta a un ritmo normal. A parte de esto solo derrapaban un poco a
las manos de algún Alfa Romeo o Ford.
En lo general como ya me he
referido en anterioridad no está mal la feria, pero le falta un poco que si tenía
en años anteriores. Ahora no deja de ser como el Salón del Automóvil, pero un
poco más grande.