El lunes después de comer nos
dirigimos a una empresa que se dedicaba a la elaboración de depósitos
principalmente. Sin embargo, también podían realizar cualquier forma con
plástico si disponían del molde adecuado logrando así piscinas, barcas pequeñas
o incluso techos para los tractores de la marca Landini.
Las instalaciones eran bastante
grandes pese a ser una empresa familiar. Desde fuera no se podía apreciar la superficie,
pero una vez dentro te asombraba.
No estaban muy familiarizados con
las visitas externas. No obstante, sin duda nos explicaron todo el proceso con
mucho detalle y mimo. Se les notaba en la cara la ilusión que les hacía que estudiantes
de otro país los vinieran a visitar. Sin duda una tarde que no tenía nada que
ver con la automoción, pero a la vez muy productiva y didáctica.
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